El desarrollo psicomotor es el proceso por el que el niño obtiene progresivamente las habilidades que le permitirán una plena interacción con su entorno.
El recién nacido tiene en sus genes toda la información necesaria para dirigir su desarrollo, pero el proceso es largo y delicado, y para que llegue a buen término, no sólo es preciso que todos los órganos y estructuras implicados funcionen correctamente, sino que reciban la estimulación adecuada. Los aspectos psicológicos y musculares son las variables que constituyen la conducta o la actitud, al contrario del intelectual que está dado por la maduración de la memoria, el razonamiento y el proceso global del pensamiento. El desarrollo psicomotor es diferente en cada niño, pues los factores hereditarios, ambientales y físicos también influyen en el proceso de crecimiento psicomotor. Conocerlos, tipificarlos y dirigirlos eficientemente serán responsabilidad de los padres, tutores y educadores para prevenir y sobre todo evitar complicaciones innecesarias.