Si no hay crisis, no hay cambio, porque nada se nos pone en cuestión. Se da esa crisis cuando nuestros alumnos, con sus comportamientos y modos de aprender, nos devuelven que hay que poner algo en revisión o sentimos que no tenemos todos los recursos necesarios para plantear una enseñanza que sepa dar respuesta. Es entonces cuando tenemos la oportunidad de volver a definir nuestra tarea, establecer hipótesis de trabajo, recoger datos, analizar nuevas teorías y sacar las propias conclusiones para introducir los cambios, siempre sometidos a análisis. Educar se convierte así en una aventura, en un acto creativo en el que poner toda nuestra motivación y las mejores energías.
Solo se puede dar respuesta a las nuevas demandas educativas desde la reflexión compartida y analizada. Por eso, este libro presenta un trabajo de carácter interactivo, para que los equipos docentes puedan hacer un camino de reflexión que favorezca la innovación dentro de la institución escolar y del aula. Ofrece claves para el análisis del propio trabajo, estrategias metodológicas que apoyan la atención diversificada de los alumnos y buenas prácticas experimentadas que han sido desarrolladas con diversos claustros desde el asesoramiento cercano y continuado a lo largo de varios años.