Formación de formadores

La obra consta de 20 capítulos. Todos ellos se han consolidado a través de su contraste en la práctica de Formación de Formadores. Los mismos no deben considerarse como un sumatorio más de contenidos de formación, sino que responde a una estructura interna que se caracteriza por considerar el contexto de la actuación profesional, en consonancia con el propio modelo de formación de formadores que propiciamos. Esto da pie a una selección de contenidos que en el momento de la formación inicial se organizan en el contexto mediato del aula (Tomo 1), para posteriormente desde la práctica de la formación abrirse a contextos más amplios (institución de formación o centro de trabajo, según sea el caso) (Tomo 2). El primer nivel de contexto, como después puede verificarse, sería el más genuino, aunque no exclusivo del formador, mientras que el segundo, con la misma consideración, lo sería del responsable, coordinador o gestor de la formación.

Los destinatarios, pues, de la obra, son todos aquellos profesionales que durante uno u otro momento de su actividad profesional asumen funciones de formación. Cabe precisar que al considerar dichos profesionales partimos de diferentes responsabilidades en el propio proceso de formación; de manera que contemplamos por un lado a formadores con funciones específicas de formación y, por otro, a aquellos profesionales de la formación que además asumen responsabilidades de gestión y coordinación de programas y cursos de formación, entre ellas la formación de formadores.

Con todo, esta obra no se destina en exclusiva a los profesionales mencionados con anterioridad, aunque son los destinatarios directos. Cabe igualmente considerar a todo el conjunto de profesionales, tanto del ámbito formal como del no formal, que se dedican a la formación de formadores. Igualmente podemos incluir a estudiantes universitarios dentro de la familia profesional de la educación o de otros ámbitos que incluyan en su presente o futuro la salida profesional de la formación de formadores.