No es difícil suponer que muchas especies, incluida la especie humana, necesitan detectar, para sobrevivir, que a un acontecimiento ambiental le sigue sistemáticamente otro y que al comportarse de una manera determinada se obtienen unas consecuencias específicas y no otras.
El libro trata de exponer, de forma clara y amena, las condiciones necesarias y suficientes para que el aprendizaje asociativo se produzca, el contenido mental a que da lugar, los mecanismos que lo posibilitan y cómo este cambio en la estructura mental de las personas y los animales tiene consecuencias sobre su comportamiento.